martes, 17 de mayo de 2011

El gran dilema Ecológico de los pañales


















En los primeros dos años y medio de vida, un niño utiliza más de 5.000 pañales desechables. A algunos padres les preocupan las consecuencias que tanto residuo pueda tener en el entorno y también los efectos sobre el pequeño. Los pañales desechables contienen láminas de polipropileno, plástico que sin ser de los más contaminantes tarda de décadas a siglos en degradarse. Además, al impedir la transpiración, favorece la aparición de escoceduras.
Otro inconveniente de los pañales desechables es el uso de copos de celulosa —es incalculable la cantidad de árboles necesarios para rellenar los pañales de todos los bebés del mundo y para blanquearla se utilizan derivados del cloro que generan residuos tóxicos— junto con poliacrilato de sodio, una sustancia que absorbe una cantidad de orina equivalente a 50 veces su peso —absorbe tanto que algunos padres se quejan de que llega a provocar heridas. El uso de poliacrilato ha sido prohibido en los tampones para evitar el “síndrome de shock tóxico”. En el lado positivo de la balanza se encuentran la eficacia y la comodidad de los pañales desechables.


Pañales de tela

En las tiendas ecológicas se encuentran pañales para los recién nacidos en cuya fabricación se han evitado los productos químicos, como el cloro que se utiliza para blanquear la celulosa. Pero los padres más preocupados recurren a los pañales de algodón lavables, que incluso pueden encontrarse confeccionados con cáñamo o con algodón ecológico.
Sin embargo, a menudo no se tienen en cuenta sus desventajas: abultan más, se tarda más tiempo en ponerlos, hace falta cambiarlos más a menudo, los lavados consumen agua y energía, y obligan a utilizar diariamente detergentes que, poco o mucho, ensucian los acuíferos y hacen más probable que el nene tenga el culito en contacto con una superficie húmeda.
A los interesados en los pañales lavables les interesará saber que los recién nacidos usan simultáneamente de 10 a 12 unidades, y los bebés más mayores entre 6 y 8. Teniendo en cuenta que se hacen coladas cada dos o tres días, es necesario disponer de entre 20 y 36 pañales. Una manera de reducir el número de lavados es utilizar compresas biodegradables, que se insertan en el pañal de tela y se desechan posteriormente.
La elección entre desechables o tela no es fácil para los padres, que además no cuentan con la ayuda de etiquetas informativas sobre materiales empleados o recursos naturales y energéticos utilizados.


Pañales de maíz

Existe una tercera opción. Se trata de los pañales desechables confeccionados con Mater-bi, un polímero elaborado a partir del maíz, con propiedades similares al plástico y totalmente biodegradable. El material, muy suave, permite la transpiración del pañal en toda su superficie, lo que ayuda a prevenir las irritaciones.

El único inconveniente es su precio, sensiblemente más caros que los convencionales.

Via: www.ecotrendy.blogspot.com

0 comentarios:

Share

Twitter Delicious Facebook Digg Stumbleupon Favorites More