jueves, 15 de abril de 2010

El horror de la experimentación animal. ADVERTENCIA: Estas fotos pueden dañar la sensibilidad de algunas personas


ADVERTENCIA: Estas fotos pueden dañar la sensibilidad de algunas personas
En nombre de la ciencia
Mucha gente desconoce la forma en que son tratados los animales en nombre de la ciencia.
La vivisección (experimentación en que se utilizan animales) es una de las prácticas más ocultas, discutidas y discutibles de la ciencia y de la industria. No sólo las ciencias médicas, fí­sicas y biológicas utilizan animales en sus laboratorios, sino también la industria del tabaco, la industria militar y la industria quí­mica en general.


Desde el siglo XVI, los animales son utilizados como “conejillos de Indias” para conocer los misterios del cuerpo, pero también de los efectos de medicinas, venenos, sustancias y la inocuidad de los procedimientos cientí­ficos e industriales. Primates, conejos, ratones, ratas, cobayas, perros, gatos, cerdos y otros animales son masacrados en nombre de la ciencia y la técnica.
Tres animales mueren a cada segundo en los laboratorios del mundo.
 



Según One Voice, dedicada a la lucha contra la experimentación animal que recoge datos desde hace muchos años:
La experimentación animal en cifras:
  • 12,1 millones de animales son utilizados para experimentaciones en los 27 países de la UE
  • 3 países realizan el 50% de estos experimentos (por orden de importancia): Francia, Reino Unido, Alemania.
  • 33% de los animales son utilizados para la investigación científica. No se han obtenido resultados a nivel médico.
  • + 892 % para experimentaciones en el ámbito de la alimentación para animales de compañía
  • + 107 % para ensayos clínicos para cosméticos aunque esté prohibido por la normativa 2003/15/CE
  • + 4,86 % de animales utilizados en Francia comparado con el año 2001
  • + 140 000 ratones utilizados en Francia comparado con el año 2001
  • 336 727 animales sacrificados en Francia, de los cuales 285 perros y 229 primates
(Extracto del informe estadístico 2005 de la Comisión Europea y del Informe estadístico 2004 del Ministerio francés de Educación superior y de la Investigación)




El 99% de estos experimentos son repetitivos y sólo se realizan para justificar becas y patrocinios, o a los efectos de la publicación de un trabajo buscando notoriedad. Estos experimentadores desprecian los impresionantes “bancos de datos” que ya existen y gracias a los cuales se hacen innecesarias estas interminables repeticiones de experimentos que en su mayoría no son extrapolables al ser humano y en algunos casos suponen un freno al avance de la ciencia.
En otros casos, después de haber sido sacrificados miles de animales, las sustancias experimentadas han de ser retiradas del mercado, como sucede con muchos tipos de fármacos, por sus efectos secundarios en humanos, que han provocado incluso la muerte. Otros científicos utilizan la experimentación con animales para satisfacer una curiosidad malsana, jugando peligrosamente a ser Dios, como los trasplantes de cabeza realizados en primates por el neurocirujano Robert J. White, de la Case Western Reserve University, en Cleveland, EE.UU. Los primates no sobrevivían más de 96 horas después de salir de la anestesia. Luego vendrían los experimentos en humanos.
La sociedad cierra los ojos porque quiere beneficiarse de esta experimentación con animales y no quiere saber en qué consisten o cómo se desarrollan. Al hablar en favor del respeto a los animales y en contra de que se realicen dolorosos experimentos con ellos, puede parecer a algunos que es como si estuviésemos hablando en contra de la especie humana porque, en nombre de la ciencia, y en favor de la salud del hombre, todo queda justificado.


Un “animal de laboratorio” es un ser sano al que se le provoca una enfermedad para ser posteriormente sometido a intervenciones quirúrgicas cruentas para curar, no a él, sino la enfermedad, con el consiguiente dolor mientras enferma, dolor en el postoperatorio, etc. Y a ese animal sólo le espera morir como víctima del experimento o ser sacrificado porque ha dejado de ser útil. Además, durante la experimentación el animal pasa la vida prisionero en una jaula y sabe perfectamente que, cada vez que lo sacan de ella, es para producirle dolor. Monos, perros, gatos, caballos, bovinos, cerdos, ovejas, cabras, conejos, hurones, chinchillas, marmotas, zarigüeyas, armadillos, cobayas, hámsters, ratas, gerbillos, y todo tipo de mamíferos, incluso murciélagos, además de aves, anfibios, reptiles y peces, son “material” utilizado en experimentación.




Experimentación de animales en la industria cosmética
La industria cosmética es un ejemplo de la inutilidad del 90% de los experimentos.
Espumas de afeitar y dentífricos son introducidos a presión en el estómago de los animales; enormes dosis de depilatorios o colorantes les provocan espantosas úlceras; sustancias irritantes son aplicadas en los ojos de los conejos inmovilizados (test “Draize”), hasta provocarles ulceraciones. Otras pruebas causan hemorragias, convulsiones y, tras una espantosa agonía, la muerte.





  • Test “draize”
Para probar, por ejemplo, un nuevo champú, son introducidos una gran cantidad de conejos en cajones que parecen cepos porque tienen un sólo agujero para el cuello, de modo que sólo les queda fuera la cabeza y sin posibilidad de esconderla ya que el agujero es tan estrecho como el cuello del animal.
Durante varios días, les vierten en uno de los ojos una solución concentrada del producto en cuestión, y el ojo sano sirve como referencia. ¿Por qué se utilizan conejos? Porque estos animales no lagrimean lo suficiente como para que la lágrima limpie el ojo y elimine la sustancia. Además, para mayor seguridad, les sujetan los párpados con pinzas para que ni tan siquiera puedan parpadear al sentir el contacto de la dolorosa sustancia en un intento natural de aliviar tanta tortura.
La reacción más fuerte suele provocar la pérdida de la visión, y, con anterioridad, hinchazones e irritaciones. ¡El animal chilla y golpea con las patas el cajón, buscando alivio… un alivio que no llega, y muchos se parten la columna vertebral en los desesperados intentos por liberarse!




  • Test de la piel
Es otro tipo de experimentación con animales de los muchos que existen. Como es imprescindible poner al descubierto la piel, le arrancan el pelo con cinta adhesiva. El animal ha sido previamente inmovilizado para impedir que se rasque o se lama la futura herida. Le aplican las sustancias irritantes con las que se esté experimentando y luego le cubren la zona con yeso adhesivo. Días después, observan los investigadores la reacción del irritante. Esta prueba puede repetirse, y en la misma zona del cuerpo, durante todo un año.

Ver otras clases de experimentos.

Los animales de compañía son las materias primas de los laboratorios
A pesar de que millones de personas adoren sus animales de compañía, sus mascotas, no deberían ignorar que éstos representan también la materia prima de las investigaciones científicas.
Condiciones de vida deplorables, transportes, violencia, encierro, falta de cuidados…
Envenenamiento, mutilaciones, quemaduras, electrocuciones, privaciones de agua y de alimentos, puesta en situación de angustia y desamparo para estudios, abandonos, muerte.
Hay miles de ejemplos de barbarie y de crueldad, como por ejemplo el hecho de que en Francia, esté prohibido que los investigadores acaricien o cuiden de un animal de laboratorio. Y el sadismo de muchos empleados agrava unas condiciones de vida que ya son muy inhumanas.






Objetivos económicos en detrimento de progreso y de ética
La experimentación animal representa un mercado de billones de euros. Nuestros impuestos también financian este comercio muy lucrativo. Sólo la voluntad política permitirá desarrollar métodos alternativos que no sólo acabarán con esta tradición científica inmoral pero también permitirán un avance mayor en el campo del progreso médico.
Muchas industrias salen ganando: proveedores de animales, transportistas, fabricantes de material, de productos alimentarios, laboratorios, etc.…



Esta práctica, financiada por nuestros impuestos o a través de donaciones a la ciencia, colabora indirectamente a la perennidad de esas investigaciones, aunque existan métodos alternativos, en vez de financiar el progreso científico. Si se utilizara el dinero dedicado a la experimentación animal en investigación de métodos de sustitución eso permitiría un avance mayor y duradero en el campo científico. De saber lo que ocurre realmente en los laboratorios, mucha gente se negaría a financiar tales proyectos. De hecho, el aumento de los productos « no testados en animales » en el mercado mundial demuestra que los consumidores son cada vez más exigentes en cuanto a la calidad ética de los bienes de consumo.



50 DESASTRES DE LA EXPERIMENTACION ANIMAL: ver articulo
Desarrollo de métodos de sustitución
Más fiables, más baratas y con resultados mas rápidos, los métodos sustitutivos también tienen son éticos y están a la punta del progreso ya que son técnicas elaboradas recientemente.
Cultura de células, de tejidos, de órganos y de micro-organismos, biología molecular, estudios de tejidos post-mortem, simulaciones con ordenador, estudios estadísticos y epidemiológicos sobre las poblaciones, investigaciones clínicas con pacientes voluntarios, disección virtual, etc.… Hoy en día existen métodos alternativos para comprobar la toxicidad de la mayoría de los productos. Además de ser más baratas y más eficaces, estos métodos son respetuosos de los seres vivientes.
3 millares de euros son dedicados a la experimentación animal mientras sólo 12 millones son dedicados a la investigación de métodos alternativos.
Muchas organizaciones como Physicians Comittee for a Responsible Medicine, EuroNICHE, the American Anti-vivisection Society, the National Anti-vivisection Society, the New England Anti-vivisection Society y muchas otras, desarrollan y ofrecen métodos que no suponen sufrimiento para los animales (por ejemplo, las facultades de Medicina de Stanford, Harvard, NY, Ohio,… no utilizan animales para prácticas docentes, y en Israel se ha prohibido recientemente realizar experimentos con animales en el ámbito educativo).
Hasta que nosotros, cuidadanos, no denunciemos estas prácticas, y hasta que no dejemos de consumir el fruto de estos actos crueles, millones de animales seguirán agonizando cada año en los laboratorios.




Existen productos no testados en animales: no son más caros, ni menos eficaces. Son sencillamente más éticos.
Ayúdalos, no compres productos testados en animales. No participes en esta barbarie.
¿Alguien puede simplemente imaginar las agonías y las terribles muertes que sufren esos animales?


Estas empresas experimentan con animales:
L’Oreal, Procter& Gamble, Ariel, Pampers, Hugo Boss, Rexona, Max Factor, Johnson & Johnson, Colgate-Palmolive, Tampax, Hugo Boss, Kleenex, Nestlé, etc
  • Ver lista de empresa que experimentan con animales
  • Ver lista de empresas y productos éticos que NO experimentan con animales
  • En España, Mercadona no experimenta con animales, la marca Deliplus: indicado al dorso.
  • Más información ¿Es útil la experimentación con animales?
  • Ver página del Movimiento de enfermeras en contra de los experimentos en animales

2 comentarios:

no es justo que maltraten a un aminal..... eso no se hace porq lo k se hace aki tanbein nos pasa a nosotros... inconsientesssss

porque hacen esas cosas?ojala se acabe de una vez ,no sean tan humanos y sean mas animales porque los animales dan mas amor que un humano

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