¿Sabías que las madres serpientes conservan la tibieza de sus huevos, enrollándose alrededor de ellos y agitándose enérgicamente para generar el calor y traspasarlo a sus retoños? ¿Y que las madres caimanes protegen con fiereza sus huevos y a sus pequeños hijos, hasta que éstos cumplen un año de edad? Si, los reptiles pueden parecernos lejanos y misteriosos, provocarnos asco, un irracional miedo o una atávica repulsa. Pero son seres vivos que no difieren de nosotros en cuanto a sus necesidades y el crucial interés de mantenerse con vida.
Sin embargo, millones de reptiles son asesinados cada año para ser convertidos en zapatos, bolsos, cinturones, sombreros, correas de reloj y otros accesorios. Estos inocentes animales sólo son cotizados por su piel, que se vende a precios astronómicos, y por ella son, muchas veces, descuerados vivos.
La estación de TV suiza Schweizer Fernsehen grabó un crudo reportaje en Indonesia (ver video, en alemán), uno de los principales proveedores de pieles exóticas para el mercado de la fina relojería suiza. En sucios talleres, las serpientes son descueradas vivas, y cocodrilos, caimanes, varanos y otros reptiles son muertos a martillazos en sus cabezas, antes de que sus cuerpos mutilados sean lanzados a una sangrienta y agonizante pila de animales. Hay que recordar que los reptiles son animales de un metabolismo lento, por lo que su agonía llega a durar horas después de su apaleamiento, despelleje o incluso de su desmembramiento. En el video se puede ver el corazón de una víbora, aún latiendo aunque está totalmente separado de su cuerpo, o la cabeza de un varano, aún boqueando mientras cuelga de un hilo de su cuerpo.
El zoólogo de la U. de Basilea, David Senn, entrevistado por la cadena helvética, tras ver el documental, exclamó: "Estoy sorprendido. Se trata claramente de una extrema crueldad hacia los animales... Los animales se retuercen porque todavía están vivos. Uno debe asumir que esto es muy doloroso para los animales... La consecuencia lógica debería ser que ningún joyero ni comerciante digno siga vendiendo estos productos."
La asociación norteamericana PETA tiene hace mucho tiempo un sitio web donde denuncia la manera en que se consiguen las pieles exóticas de reptiles. En uno de sus videos, el galardonado actor Joaquim Phoenix relata los horrores de la industria de la piel exótica:
Cold-Blooded Horrors:
Inside the Exotic-Skins Trade.
Más información en PETA.org.
¿Qué podemos hacer? Evidentemente: no comprar accesorios de piel de estos animales, desincentivar su uso mostrando esta información. Y reflexionando, más generalmente, que los animales viven por sus propios motivos, y no para ser convertidos en productos ni subproductos para el beneficio de los humanos. Si nos horrorizamos cuando los nazi fabricaron lámparas de piel humana: ¿cuál es la diferencia entre los desollados humanos, o los lagartos, cocodrilos y serpientes?
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