Los activistas estadounidenses están luchando para revertir el traslado de 14 chimpancés a un centro de investigación en el que podrían estar siendo usados en experimentos médicos. Hasta julio de 2010, los animales vivían en una instalación para la rehabilitación y descanso de primates usados en pruebas de laboratorio, la Alamogordo Primate Facility. Es decir, el traslado supuso para ellos el regreso a una pesadilla por la que ya han pasado.
En una carta enviada al Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos, la actriz Emily Deschanel, destacada activista a favor de los derechos de los animales, describe el Southwest National Primate Research Center, el laboratorio al que han sido transferidos los chimpancés, como un centro con una larga historia de abuso contra los animales. El Comité para la Medicina Responsable -Physicians Committee for Responsible Medicine (PCRM)-, grupo que encabeza la batalla contra el traslado, ha dicho que el instituto que supervisa el centro apoya estudios con primates que implican agentes de bioterrorismo y otros patógenos mortales, incluyendo el virus del Ébola y el ántrax, además de trabajo sobre el SIDA y otras infecciones.
El PCRM ha presentado una petición legal para obtener la devolución inmediata de los chimpancés a la instalación de Alamogordo, en donde vivían con otros 186 chimpancés que, como ellos, han sido usados en experimentos. Como es de esperar tras una vida de servicio involuntario a la ciencia, estos primates están viejos y enfermos, por lo que los científicos del PCRM califican su regreso a los laboratorios como científicamente inútil, además de inhumano. Como terrible ejemplo, el de Rosie, una de las chimpancés que ha sido trasladada: fue inmovilizada químicamente 99 veces para recibir experimentos invasivos.
Suena anacrónico hablar de la experimentación en primates. Pero sólo suena, porque aquella imagen de laboratorios en los que había animales conectados a tubos o electrodos, drogados, enfermos o medio muertos, no acabó en los años 70, gracias a la presión que los activistas pro derechos de los animales ejercieron sobre campus universitarios y laboratorios de todo Estados Unidos, y en particular de California. De acuerdo con AFP, Estados Unidos es el único país industrializado que todavía permite la experimentación con primates. Sin embargo, la legislación de la Unión Europea sobre el tema tiene sus salvedades.
Via: www.ecologiablog.com
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