Una combinación de falta de lluvias y aumento de los precios mundiales de los alimentos ha dejado a más de 12 millones de personas que viven en zonas remotas de Etiopía, Kenia y Somalia al borde de una hambruna de proporciones incalculables. Las ONG están alertando sobre la situación y lanzando campaña agresivas de concienciación.
Save the Children dice que más de un cuarto de los niños en las partes más afectadas de Kenia están peligrosamente desnutridos. En el campo de refugiados más grande del mundo en Dadaab, norte de Kenia, existe el temor de que la población acogida podría llegar a los 500.000, cuando las instalaciones fueron diseñadas para 90.000.
Más de 1.300 nuevos casos llegan cada día: personas desesperadas que piden alimento y refugio. La mayoría proceden de Somalia, un país hundido en un conflicto armado desde hace 20 años y 2 con años de sequía. Se estima que el 40 por ciento de la población está por debajo del umbral de la pobreza extrema.
La época de lluvia en la zona ha sido la más baja en 60 años. Dos temporadas sucesivas de pocas lluvias, la pobreza arraigada y la falta de inversión en las zonas afectadas han llevado a 12 millones de personas a la lucha diaria por la supervivencia. La gente ya ha perdido prácticamente todo y la crisis sólo va a empeorar en los próximos meses.
La Red de Sistemas de Alerta Temprana Contra la Hambruna (FEWS NET por sus siglas en inglés), creado para ayudar a las agencias de ayuda a prepararse para situaciones como la sequía en Etiopía, está llevando a cabo estudios para determinar las necesidades de la zona.
Los expertos aseguran que se está es la peor crisis alimentaria del siglo 21. Hay marcadores muy específicos que se utilizan a nivel mundial para declarar una hambruna. Un estudio sobre la seguridad alimentaria y nutricional que se lleva a cabo en Somalia en este momento está a pocas semanas de emitir un informe y los resultados parciales no son halagadores.
Via: www.ecologiablog.com
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