Tóxicos retardantes de llama aparecieron en la mayoría de los productos para bebés que los científicos probaron en un estudio reciente, incluyendo asientos, almohadas de enfermería, porta bebés y mecedoras.
De los numerosos productos químicos identificados en el estudio, algunos están clasificados como probables carcinógenos. Algunos son conocidos por alterar los sistemas hormonales. Y otros se han relacionado con daño cerebral. Los investigadores se sorprendieron especialmente por detectar un producto químico que ellos pensaban que había sido eliminado hace años.
El estudio no fue capaz de cuantificar los riesgos para la salud de los bebés que son expuestos a estos productos químicos. Sin embargo, los resultados son bastante preocupantes y vale la pena la búsqueda de alternativas, dijo el investigador principal del estudio, Heather Stapleton, un químico ambiental en la Universidad de Duke en Durham, Carolina del Norte
Tenemos que ver cuál es el riesgo mayor, el de incendio o el que estemos cubriendo a nuestros hijos con productos que podrían crearles una enfermedad mortal.
Las pruebas de inflamabilidad de los Estados Unidos de donde provienen muchas de las importaciones de productos para bebe a Latinoamérica, están muy influenciados por las normas de California, las cuales requieren que la espuma de poliuretano que contienen estos productos debe ser capaz de soportar la exposición a una llama pequeña, abierta durante 12 segundos. La manera más barata y más fácil de cumplir con esa norma, consiste en añadir sustancias químicas a la espuma. Parte de este poliuretano bañado en venenos se convierten en polvo, que es fácil que los bebés pasen a sus manos y sus bocas.
Noticia en ingles: www.news.discovery.com
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