Una foto publicada por el Parque Nacional de Virunga este 5 de marzo deja en evidencia el flagelo de la cacería furtiva de elefantes para extraerles sus colmillos. El cadáver de un elefante adulto se observa entre los arbustos junto a un río en el Valle de Ishasha. El Parque dijo que “era claramente un incidente la caza furtiva de marfil, los colmillos y se había cortado de la cara del elefante”.
El organismo de la ONU en el comercio ilegal de especies silvestres la semana pasada expresó su “grave preocupación” por un aumento en la caza furtiva de elefantes africanos, después de casi 450 de los animales fueron sacrificados en Camerún. “Este aumento en la caza furtiva de elefantes es de gran preocupación no sólo para el Camerún, un país miembro de la CITES, sino en todos los estados del área del elefante africano”, expresó John Scanlon, jefe de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna Silvestre Fauna y Flora Silvestres (CITES), dijo.
La agencia de la ONU dijo que se pondrá en contacto a los ministros responsables de bosques y la fauna de Camerún, Chad, República Centroafricana, la República Democrática del Congo y Sudán para ofrecer apoyo contra la caza furtiva.
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