De los 150 asientos de automóviles para niños controlados por el Ecology Center, una organización sin fines de lucro con sede en Michigan (norte), 60% contenían productos químicos como bromo, evidencia de un producto retardador tóxico, y cloro, indicador de PVC.
Estudios en animales de laboratorio muestran que los productos retardadores que contienen bromo, presentes para evitar que los objetos se prendan fuego, afectan profunda e irreversiblemente el desarrollo cerebral.
En tanto, el PVC fue clasificado por la administración estadounidense de protección del medio ambiente en la lista de productos que producen cáncer.
El PVC, que libera dioxinas en el aire y el agua si se quema o simplemente se arroja a la naturaleza, termina en la cadena alimentaria y también puede ser perjudicial para el sistema inmunológico o de reproducción .
“El calor y la exposición a los rayos ultravioletas en el vehículo puede acelerar la degradación de estas sustancias y su toxicidad puede aumentar”, advirtió el Ecology Center en un comunicado, señalando que “los bebés constituyen la población más vulnerable (…) porque sus cuerpos están en pleno desarrollo y pasan muchas horas en el asiento del auto”.
La lista de los asientos, por marca y grado de toxicidad, está disponible en el sitio HealthyStuff.org.
Los investigadores que realizaron el estudio no instan a los padres a tirar los asientos de auto de sus hijos, sino a solicitar a la industria que deje de usar productos tóxicos, dijo el jefe del equipo científico del Ecology Center, Jeff Gearhart.
Via: www.noticias24.com
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